En la riqueza del idioma español, encontramos palabras tan curiosas como tiquismiquis. ¿Sabías que aparece por primera vez en 1615, de la mano de Cervantes?
Hoy vamos a descubrir qué significa, de dónde viene y en qué contextos se utiliza esta expresión tan peculiar.
Origen de «tiquismiquis»
La palabra tiquismiquis parece derivar de una deformación del latín: mihi (para mí) y tibi (para ti), que en la evolución popular del idioma se transformaron en michi y tichi.
Un fenómeno similar ocurrió con nihil, que dio lugar a nichi, visible en palabras como annichilare (aniquilar, en español).
Así que tiquismiquis nace ya con una esencia de pequeñeces, de detalles mínimos.
¿Qué significa «tiquismiquis» y cuándo se usa?
1. Persona excesivamente delicada o escrupulosa
En su uso más habitual, llamamos tiquismiquis a alguien que da demasiada importancia a las pequeñas cosas, a menudo de manera exagerada.
Ejemplos:
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No seas tan tiquismiquis, puedes comerlo con las manos.
(No seas tan delicado, puedes comerlo sin problemas.) -
Es una tiquismiquis: si encuentra un pelo en la sopa, ya no sigue comiendo.
(Es una persona escrupulosa que se fija en todo.)
2. Persona meticulosa o perfeccionista
A veces, el término se acerca más a meticuloso o excesivamente perfeccionista.
Ejemplo:
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Tengo un jefe tiquismiquis que le pone pegas a todo.
(Tengo un jefe que siempre encuentra algo que criticar.)
3. Como sustantivo: «cosas sin importancia»
Cuando usamos tiquismiquis como sustantivo, puede referirse a:
a) Bazzecole, detalles insignificantes
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No os peleéis por tiquismiquis.
(No discutáis por tonterías.)
b) Disputas, discusiones banales
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Estoy harto de sus estúpidos tiquismiquis.
(Estoy cansado de sus pequeñas peleas sin sentido.)
c) Expresión: «dejarse de tiquismiquis»
Una frase muy usada en España es déjate de tiquismiquis, para animar a alguien a no ser tan remilgado o exagerado.
Ejemplo:
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Déjate de tiquismiquis y cómetelo.
(Deja las tonterías y cómelo de una vez.)
Un detalle importante…
Si alguien te llama tiquismiquis, no lo está haciendo precisamente como un cumplido. 😉
Es una manera simpática —o no tanto— de decir que quizás te estás fijando demasiado en pequeñeces.