¿Sabías que en Málaga, cada Miércoles Santo, un preso recupera la libertad en plena Semana Santa?
No es ficción, ni una leyenda urbana: es una de las tradiciones más singulares y conmovedoras de España, con más de dos siglos de historia. Y sí, todo comenzó en plena epidemia… con un motín movido por la fe.
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Un gesto de fe en tiempos de peste
La historia se remonta a 1759, cuando una grave epidemia de peste azotó Málaga. Ante la situación sanitaria, se suspendieron las procesiones, incluidas las de Semana Santa, tan esperadas por el pueblo. Pero no todos estaban dispuestos a renunciar a ese gesto de fe.
En la cárcel de la ciudad, situada entonces en la actual Plaza de la Constitución, los presos —menos afectados por la peste— pidieron al alcaide permiso para sacar en procesión la imagen de Jesús El Rico, de la que se declaraban devotos. La respuesta fue un no rotundo. Pero en lugar de rendirse, se amotinaron, escaparon y organizaron por su cuenta una procesión por las calles de Málaga.
Lo más sorprendente fue que, tras finalizar el recorrido, los reclusos regresaron voluntariamente a sus celdas. Todos… menos uno.
El milagro y el origen del indulto
Este último volvió al día siguiente, llevando consigo una reliquia de San Juan Bautista Degollado, que depositó junto a la cama de un compañero enfermo. Según cuenta la tradición, el preso sanó milagrosamente, y poco después… la epidemia cesó en la ciudad.
El suceso fue tan extraordinario que llegó hasta la Corte. El propio rey Carlos III, conmovido por la devoción y el comportamiento de los reos, otorgó a la Hermandad de Jesús El Rico un privilegio real: el derecho de liberar a un preso cada año durante la Semana Santa.
Una tradición viva… y única en el mundo
Desde entonces, salvo excepciones puntuales como en 2017, cuando no se autorizó ningún indulto, esta tradición se ha mantenido viva. El acto del indulto se celebra cada Miércoles Santo en la Plaza del Obispo, frente a la Catedral. El preso indultado permanece en el anonimato, oculto bajo un capirote, y se incorpora a la procesión vestido con la túnica penitencial.
Es un momento poderoso, cargado de simbolismo, donde fe, justicia y tradición se entrelazan en una imagen única.
2025: un año especial
Este año 2025, la tradición cobra aún más fuerza: se liberarán dos presos. Una decisión excepcional que reafirma el vínculo entre la historia, la espiritualidad y el presente. Málaga se prepara para vivir, una vez más, este gesto que emociona y que conecta pasado y presente de forma profunda.
📌 Jesús El Rico no solo camina por Málaga, también libera. Y lo hace desde hace más de dos siglos.
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